El Imperial Golden no es solo una planta, es como ese amigo pachamamico que siempre tiene buenas frases tipo: “Todo fluye, nada influye”. Sus hojas de verde brillante con tonos dorados parecen diseñadas para equilibrar tu energía... aunque no estés seguro de qué significa eso. ¿Cuarzos? No hace falta, con esta planta ya tienes suficiente "buena vibra", incluso si no crees en la alineación de los planetas.
Riego: Dale agua cuando la tierra esté seca al tacto. Si te olvidas, tranquilo, su paciencia está más alineada que tu Mercurio retrógrado.
Luz: Prefiere luz indirecta brillante. El sol directo puede "desbalancear su aura" (léase: quemarle las hojas).
Extras: No necesita rituales complicados, pero si le das un poquito de humedad, se siente en su mejor momento.
